Por Hector Pais
El suicidio es uno de los flagelos de la actualidad, totalmente incomprensible, violando toda lógica y el instinto de supervivencia del ser humano, su etimología proviene del griego (SUI = uno mismo y CIDIUM = cederse, matar) acto autodestructivo del individuo, existen diversos factores de los que deviene esta conducta.
Factores sociales
El estilo de vida moderna, donde todo es relativo, donde impera el consumismo, el hedonismo, la falta de valores, principios, también hay falta de religiosidad significativa (no solo rituales sin sentido, sino una devoción por la deidad, piedad, una comunicación con la deidad, no con rezos memorísticos, sin significado, sino una conversación con la deidad, la oración, esta clase de religión se traslada necesariamente al trato con el prójimo), el Dr. Ronald Maris editor de un periódico de investigación sobre el suicido habló en una entrevista acerca de los valores religiosos y el suicidio. Él dijo que la falta de valores religiosos entre los jóvenes los hace menos resistentes para enfrentar las dificultades de la vida. “Las actividades religiosas,” comenta el Dr. Maris, “claramente ayudan a prevenir el suicidio”. Este es uno de los factores protectores de la resiliencia. La falta de la familia bien constituida, donde incluso la sexualidad ha perdido el amor, para ser algo deshumanizado, casual, la llamada cultura “ligth”, promueve conductas destructivas y autodestructivas
Factores biológicos
Se ha asociado una reducción de ácido hidroxindolacético en el líquido cefalorraquídeo y niveles elevados de hidroxicorticosteroides en la orina, con un mayor riesgo de suicidio
Factores psicológicos
- La impulsividad puede ser una conducta riesgosa, que puede llevar a la persona a tomar una decisión catastrófica para terminar con su sufrimiento
-Tener expectativas irreales de la vida o con respecto a si mismas, pueden decepcionarse fácilmente y no superar la frustración, aumentando así el riesgo
- Dependencia, las personas que dependen de los demás para mantener la autoestima, se requiere atención constante, sienten falta de afecto, a pesar de estar incluso contenidas, si esto además se combina con depresión y/o consumos de psicotrópicos, aumenta el riesgo a una conducta autodestructiva
La historia familiar
se han realizado estudios acerca de la determinación, en parte, de la genética en estas conductas de trastornos afectivos que llevan al suicidio, los pacientes con historia familiar de suicidio, alcoholismo o bipolaridad tienen un mayor riesgo a reproducir esta conducta, que los que no tienen esa historia familiar
Factores patológicos
Creencias erróneas acerca del suicidio
-Las personas que amenazan con suicidarse, no lo van a hacer… el desea hacerlo no avisa, (todas las personas avisan, solo que suele pasar inadvertida la advertencia)
-La familia es contenedora, dependerá de cada familia, pero suele estar muy alejado de la realidad esto, muchas veces, no solo no contiene, sino que instiga al individuo, haciéndolo sentir una carga
-Los niños y los jóvenes no se suicidan, hay una tasa más elevada de suicidio en esta franja etaria
-Los pobres tienen un mayor riesgo de suicidio, esta conducta ocurre entre personas de todo tipo, edad, posición socioeconómica, etnia, lugar de residencia, etc.
-Los suicidas realmente quieren morirse, lo que realmente quieren es superar el sufrimiento, la angustia, la soledad, la incomprensión, pero son desbordados por la situación, no saben cómo manejarla. Ellas anhelan ser ayudadas, socorridas, que haya una salida a su problemática, desean sufrir menos, desean salir de esta situación aciaga, adversa.
Indicadores de riesgo
La persona comienza a regalar posesiones personales que tienen mucho significado para él, pedido de disculpas con personas (arreglar la vida), despedidas muy sentidas, pueden mencionar que la familia estaría mejor sin ellos, discute planes o métodos de suicidio, tiene intentos o amenazas de suicidio, perdida reciente por muerte o suicidio, compra poco común de elementos (cuerda, arma, etc.), afirmación de lo echaran de menos cuando no este, preocupación por temas relacionados con la muerte (música, libros, palabras, obras de arte, etc.), uso desconectado de objetos oscuros en obras de arte personales, depresión o inestabilidad en el aniversario de una perdida, comportamiento positivo repentino después de una depresión, expresión de desesperanza, ira, impotencia contra sí mismo y el mundo, inhabilidad para aceptar ayuda en los temas anteriores mencionados. Estos son algunos de los indicadores de riesgos, como se había mencionado antes, todas las personas avisan, de diversas formas, que van a tomar esa drástica determinación, solo hay que estar atento, pues tenemos mucho por hacer para evitar dicha conducta, además de consultar y llevar el caso con un profesional
¿Cómo ayudar?